Como psicóloga, terapeuta y educadora sexual somática, dedico mi vida a la promoción del bienestar mental, emocional, espiritual y corporal, principalmente acompañando a quienes buscan sostener su dolor desde espacios de placer y buentrato.

Mi viaje personal y profesional me ha llevado desde el trato con supervivientes de violencias machistas hasta el aprendizaje comunitario antirracista, experiencias que me han servido para alimentar el acompañamiento con los principios de la justicia social. 

Estos métodos se basan en la atención de las experiencias de dolor y sufrimiento desde un enfoque integrador, enraizado en la perspectiva decolonial, feminista y la terapia humanista, nutriéndose con técnicas de psicoterapia somática, meditación, análisis transaccional, la teoría del proceso del duelo y el trauma, y neuropsicología. 

Como resultado, en mis sesiones muestro cómo la autoescucha compasiva, amable y amorosa ofrecen un camino de transformación de las narrativas internas con el fin de conectar con tu ser auténtico, recuperar las memorias agradables y utilizar los recursos que te habitan. Me gusta crear espacios que desafíen los discursos maltratantes aprendidos del sistema.